martes, 24 de febrero de 2015

Democracia y Totalitarismo



“La actual realidad que vive Venezuela nos dice categóricamente que ésta es una República semitotalitaria”, esto fue dicho por Raúl Leoni en el 42´ mientras el país era gobernado por Medina Angarita con la mayor expresión del continuismo gomecista con una fachada muy elaborada de modo de demostrar ante el mundo una “transición efectiva hacia la democracia”. La realidad de hoy no escapa a esto.

La Democracia es una necesidad en la vida política y social de los pueblos de la América Latina, sobre todo en Venezuela, asumiendo que ésta es un valor adquirido con la sangre, sudor y las lágrimas de venezolanos con ánimo de reivindicar su condición de ciudadanos ante todo atropello y abuso de poder de las crueles representaciones personalistas y totalitarias.

La lucha por el sostenimiento de la Democracia, como sistema político y aún mas, como estilo de vida nacional encuentra su génesis en los hombres y mujeres que, en cuanto espacio fuere necesario, lo dieran todo con convicción y energía bajo la acción pedagógica que nos aleccionara a los venezolanos incluso generaciones después.

A propósito de ello, tomando en cuenta la formalidad de la Democracia, como dato que ilustra la perversidad de alimentar fachadas de sanidad democrática y manipulación del mecanismo del voto para levantar blindajes al poder que posee bajos estándares de popularidad. Éste es el caso de Franco Quijano, hombre colombiano, conservador a ultranza y fichaje estrella del gomecismo en sus mejores tiempos, fue convertido en el máximo estratega electoral de López Contreras durante su mandato y adoptado después por Medina Angarita, artimañoso en el manejo del sistema electoral venezolano de la época.

Por sus manos pasó la hegemonía electoral del momento, cuanto recurso le fue necesario utilizó para desarticular cualquier triunfo de la oposición que significara peligro o descontrol del tinglado que estableció la política nacional de la primera mitad del siglo XX. Cualquier parecido con la actual realidad, es mera coincidencia.

Ahora bien, a pesar de esto, la clase política de oposición en los años 30´y 40´, denigrada, descalificada y vilipendiada constantemente por el régimen, se mantuvo siempre erguida, firme, sin ceder terreno en la lucha por el rescate institucional del poder, de la República, por vías dictadas por el principio y la doctrina democrática.

El ventajismo de todo sistema semitotalitario o totalitario siempre ha tenido puños de hierro pero patas cortas, sin desistir se debe luchar, siempre tomando en cuenta que será una victoria importante enseñar a las masas los valores cívicos de la Democracia para el encarrilamiento de todos los sectores al desarrollo nacional.

En la vigencia de esta contienda, de esta cruzada contra el chavismo totalitario, no podemos darnos el lujo de decaer ni desanimarnos ante las arremetidas a los Franco Quijano, que ninguna afronta nos deje permitir que nos siga ganando terreno la estrategia de la “quinta columna”, sin miedo y con la esperanza en la Venezuela Libre siempre intacta sigamos nuestro camino hacia la victoria, ahora el Régimen esta como “gata patas arriba” repartiendo aruñazos a diestra y siniestra, y este momento nos exige unificación de todas las fuerzas para robustecer nuestra causa.

A pesar de las dificultades que se nos presentan la historia nos exige firmeza ante todo, Venezuela no quiere estancarse ni retroceder. Continuemos adelante con la mirada puesta en nuestro futuro. 

Juventud, Acción y Democracia.

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