En la historia contemporánea
nacional yace un hecho significativo para el establecimiento de nuestra
democracia, se trata del Referéndum de 1957, realizado específicamente el 15 de
diciembre de ese año, durante el nefasto periodo del General Marcos Pérez Jiménez,
mediante el cual se optaba un nuevo periodo presidencial de 5 años. Dicho
plebiscito se realizo contrariando los preceptos constitucionales y el espíritu
de las instituciones venezolanas. Tomando esto en cuenta, el resultado de dicha
consulta-inconstitucional- dio como resultado la victoria (obviamente viciada)
de la propuesta del General Pérez Jiménez, razón por la que 38 días después
termino desplomándose su régimen oprobioso.
Esos 38 días que terminaron
desplomando lo que quedaba de régimen de la dictadura no surgieron del azar, ni
el 23 de Enero resultó de una anuencia divina que provoco la liberación del
pueblo. Fue la participación de todos los sectores, de forma disciplinada y con
distribución de responsabilidades que llevaron a cabo una avalancha popular
contra la dictadura y en favor de la Democracia, y finalmente surgió la
Gloriosa Victoria del Bravo Pueblo Venezolano.
Estamos viviendo un momento
crucial en nuestra historia, lo que ha venido sucediendo desde el domingo 14 de
abril es una muestra de que el pueblo venezolano no se dispone a entregar el país
a los lacayos de la isla de los castro, así como nuestro pueblo no se dispuso a
seguir tolerando la dictadura de MPJ hace 55 años. Quedo demostrado que la
hegemonía Castro-Militarista tiene fecha de vencimiento y que a partir de estas
vivencias se comienza a demoler el muro del miedo, aun así, no es suficiente.
Es necesario canalizar las
energías de la indignación del pueblo con lo que ha venido sucediendo en el país
bajo la sombra de nuestras viciadas instituciones, como si se tratara de que la
República sea un gran circo y el pueblo fuese una pila de payasos. De modo que
las acciones se lleven a cabo dirigidas al alcance de objetivos pequeños que,
todos en conjunto, nos lleven a esa gran meta que es la demolición del fascismo
Anti-Nacional que nos está llevando al abismo ridiculizante frente al mundo.
Cuando las instituciones están
viciadas, es costoso mantener su firme reputación, pues se les hace necesario
comprar conciencias, comprar comentarios de alabanza e incluso, construir
credibilidad bajo símbolos de amenaza. Las instituciones venezolanas no escapan
a esa realidad, ya se les comienza a ver y hasta a descoser las costuras, dan
signos de desespero para mantener las cuotas de poder, y seguir engordando los
bolsillos y las cuentas en el extranjero, pero ya el pueblo no se los permitirá,
dentro de la dirección de la clase política nacional se debe desarrollar una
lucha de Resistencia con la cual se restablezca la democracia como forma de
vida.
Así como presenciamos en
este momento histórico la voluntad del pueblo para cambiar de actores políticos,
de modo que la nueva clase política comience a dirigir los destinos de la República
para que verdaderamente sean representados todos los sectores nacionales y se
logre un gran acuerdo nacional que permita encausar a nuestro pueblo por las vías
del desarrollo. También se hace indispensable tener coherencia en las acciones
que acaben con la apatía y suspicacia de algunos venezolanos, pues no podemos
dejarnos apabullar por las maniobras fascistas de los que dirigen el actual
gobierno nacional.
No dejemos apagar la llama
de la esperanza en una Venezuela Libre y de los venezolanos, ni caigamos en la desesperación,
que la impaciencia sea de otros, que como gata patas arriba están dando muestra
de desarticulación de su pensamiento con sus acciones, que su lógica no les
permite aceptar que es el pueblo quien toca el joropo pa’ las alpargatas que
tienen puestas.
Si bien es cierto la materialización
de la democracia como sistema político, consiste en el voto Universal, Directo
y Secreto, también es muy cierto que ante el peligro del montaje sistemático de
un orden ajeno a la Democracia con particularidades semejantes a la misma, para
atornillarse en las bondades del poder, el pueblo debe expresarse
contundentemente y de formas no convencionales, si es necesario, en defensa de
las libertades y la soberanía nacional.
La Resistencia Democrática es
superior a la expresión en urnas electorales, es superior a quemar cauchos como
forma de protesta, la protesta en sí misma es solo un componente de la Resistencia.
La oportunidad que tenemos en este momento es única, por lo cual la mejor
manera de aprovecharla es estableciendo Tácticas de Resistencia, entendida como
la Oposición a la acción de una fuerza, no todos podemos hacer lo mismo a la
vez, y ningún grupúsculo está por encima del otro. El éxito de la Resistencia
como modo de lucha, recae sobre la capacidad de disciplina y a su vez, el aforo
de contundencia de las acciones contra los lacayos de los hermanos castro.
Como he sostenido con
anterioridad, esta es la hora de la Juventud Venezolana, en el más amplio
sentido de su expresión, los universitarios, los trabajadores y los
inexistentes para este régimen ignominioso debemos unir fuerzas para desmontar
esta farsa institucional y darle inicio al Rescate de la República, no demos
chance ni de pestañear, pero al mismo tiempo es hora de entender que para ser
contundentes no es necesario inmolarse sin objetivos aparentes.
Las trincheras de la
resistencia reposan en la juventud venezolana, la apatía no es una opción,
simplemente nos disponemos a COMBATIR HASTA TRIUNFAR!!!
Juventud, Acción y Democracia
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